lunes, 6 de enero de 2014

Equilibrista con bola grande




CARTÓN-PIEDRA



Todo comienza por modelar con barro o plastilina la escultura que queremos realizar.
Luego se procede a sacar los moldes del original. Si la pieza es de bulto redondo, la escultura se marca con unas láminas muy finas de plástico o de metal,  estas láminas harán de separadores para abrir las diferentes partes del molde, como si de una ostra se tratara. 
El siguiente paso es retirar la plastilina del interior de los moldes.  De esta forma tenemos ya el vaciado de nuestro original, que no es otra cosa que el negativo de lo que habíamos modelado.
Por decirlo de una forma  poética, el molde recoge el aire que hay alrededor de la escultura, dejando un vacío donde estaba la escultura propiamente dicha. 
Sobre los vaciados que hemos obtenido, se van aplicando las hojas de cartón humedecido y encolado, con paciencia y con trocitos muy pequeños si fuera necesario, para recoger todos los gestos que habíamos modelado sobre la plastilina.
El molde se rellena con dos o tres capas de cartón, cuidando muy bien de que el engrudo no toque el molde, porque, al secarse, podría quedarse adherido al mismo.
El cartón se deja secar muy bien dentro de los moldes para que no se deforme, y luego se saca de los mismos. Entonces se procede a montar las diferentes piezas que conforman la escultura. Nuevamente se deja secar y finalmente se lijan las asperezas y se vuelve a encolar con engrudo para dejar un buen acabado en toda la superficie. Finalmente se pasa a la fase de pintura.
            Hay quien estuca la escultura antes de pintarla, a mí me gusta especialmente la textura del cartón, que enriquece mucho el trabajo que se realiza con el color. 
Las esculturas de cartón, pues, son huecas por dentro, por lo tanto muy ligeras, pero suficientemente resistentes como para ver el paso del tiempo sin deteriorarse. A esto se suma las diversas capas de pintura acrílica que reciben al estar policromadas, lo que mejora su protección y su resistencia. Al estar vacías por dentro, se puede añadir, si fuera necesario, algún contrapeso, que nos permita jugar con el equilibrio.
También suelo utilizar sonerías musicales o mecanismos de reloj en su realización.
El cartón-fallero es grueso y un poco rugoso,  se fabrica básicamente con algodón, yute y papeles usados, esto le confiere unas características muy idóneas para el uso que se le da: Absorbe enseguida agua suficiente para mantenerse húmedo durante su manipulación y recoge muy bien el engrudo con el que se suelen aglutinar los trozos de cartón sobre los moldes de escayola.
Yo aprendí este oficio de forma autodidacta. Preguntando por aquí y por allá, obtuve unos conocimientos rudimentarios para empezar. Después he dedicado muchas horas de taller para mejorar estos procesos, buscar los materiales más idóneos y duraderos para moldear, teniendo en cuenta que las esculturas son obras seriadas, y viene muy bien que los moldes sean robustos, para soportar el paso del tiempo.
Cada escultura está moldeada y pintada a mano, aunque salgan del mismo molde, cada una se personaliza a través de la pintura.
El cartón-piedra forma parte de la imaginería popular de nuestro país. Una vez, me contó una restauradora que, tratando una imagen antigua de una iglesia, debajo de la pintura y el estuco, lo que encontraron fue cartón-piedra. De esta forma, tomé consciencia de que había elegido un oficio que estaba profundamente enraizado con nuestra cultura,  por una parte la imaginería religiosa y por otra parte la imaginería popular: Gigantes, cabezudos, fallas, forman parte de tradiciones de un hondo arraigo.
A finales de los años setenta y comienzos de los ochenta, hubo un florecimiento de esta forma de escultura policromada, yo pertenezco a esta generación.
Además de las obras en pequeño formato, realizo también piezas a tamaño natural.
Peso

Ligereza

Ingenuidad

Inocencia

Color

Aderezados siempre

con una sonrisa.
Esto sería más o menos el resumen, de lo que mis piezas cuentan, de lo que mis esculturas son.

Muñecos con caja de música








Tentempié con dos amigos






Tentempié con un amigo


20 cm. de diámetro.


30 cm. de diámetro.
 


Niña equilibrista


Equilibristas 1 y 2